Transformación del sector de la construcción y arquitectura.
El mundo se ha acelerado, todos lo notamos.
Compartir información entre nosotros nunca había sido tan rápido, tan flexible y tan absurdamente fácil. Estamos y queremos estar
hiperconectados. Sabemos lo que ocurre en cualquier parte del mundo prácticamente al mismo tiempo que está pasando. Velocidad a cambio de profundidad, cantidad frente a calidad. Este parece ser el trade-off que el mundo globalizado ha comprado. No es objeto de este artículo entrar a valorar si todo esto es bueno o malo, mirar el pasado con melancolía o al futuro con optimismo visionario. Simplemente, es así. Y todos a los que nos apasiona trabajar diseñando, construyendo u operando edificios deberíamos tenerlo bien presente en nuestras decisiones diarias.
Leer artículo completo en la Revista Inmobiliaria de El Economista